domingo, 20 de abril de 2008

La forma de las hojas

Muchas de las características utilizadas para identificar las plantas son rasgos estructurales externos de las hojas. Los dos tipos básicos de hoja son: 1) hoja simple, que tiene un único limbo sin dividir, como en el roble; y 2) hoja compuesta, con un limbo formado por varios foliolos, como en el trébol. Las hojas compuestas con foliolos dispuestos en dos hileras opuestas que parten de un nervio central, como en el codeso, se llaman pinnadas; aquéllas cuyos foliolos irradian en forma de abanico a partir de un único punto, como en el castaño de Indias, se llaman palmadas.

La disposición de los nervios de las hojas y los foliolos de las dicotiledóneas sigue una pauta similar. Las hojas de nerviación pinnada, como las del olmo, tienen un nervio central relativamente grueso que cruza el limbo desde la base hasta el ápice y del cual parten otros más delgados que a su vez se subdividen. En las hojas de nerviación palmada, como las del arce, hay varios nervios de grosor casi igual que se difunden desde un punto en la base del limbo y se ramifican en otros menores. En las hojas peltadas, como la del manzano, el peciolo se encuentra casi en el centro del envés de un limbo redondo o en forma de escudo; de él parten varios nervios radiales que se dirigen hacia los bordes y se subdividen en otros más delgados. En casi todas las monocotiledóneas, las hojas tienen nervios paralelos e iguales, que parten de la base del limbo y terminan en el ápice o muy cerca de él. En casi todos los helechos y en algunas plantas superiores, como el ginkgo, las hojas tienen nerviación dicotómica: varios nervios pequeños, de grosor casi idéntico, parten de uno o varios puntos de la base de la hoja o el foliolo y se bifurcan varias veces en pares hasta llegar al borde.




Disposición de las hojas La disposición de las hojas puede ser de varios tipos. Si las hojas están dispuestas siguiendo una línea espiral a lo largo del tallo, se llaman alternas, si dos hojas están insertas a igual altura, una enfrente de otra, las hojas son opuestas. Cuando dos pares sucesivos se sitúan en planos perpendiculares entre sí, se habla de hojas decusadas. Si hay más de dos hojas por nudo, son verticiladas.

La forma en que la hoja se une al tallo es muy variable. En casi todas las dicotiledóneas, el punto de unión es la base del peciolo, mientras que éste suele faltar en las hojas de las monocotiledóneas, cuya base se transforma en una vaina ancha y plana que envuelve el tallo. Algunas hojas pecioladas forman en el punto en que se unen al tallo una estructura semejante a una hoja o escama llamada estípula, como se observa en las Rosáceas.

La disposición de las hojas, llamada filotaxis, varía mucho de unas plantas a otras. Se conocen dos formas básicas: alterna, con las hojas dispuestas alrededor del tallo en espiral; y opuesta, con las hojas unidas al tallo por parejas a la misma altura; si las parejas sucesivas se disponen formando ángulo recto, como en la menta, se dice que las hojas están decusadas; y si de un mismo punto del tallo brotan más de dos hojas, se habla de hojas verticiladas.

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