Como principal órgano fotosintético, la hoja adopta muchas formas especializadas ajustadas a las necesidades de nutrición de cada planta. Además, las hojas presentan adaptaciones de defensa, al clima, a la polinización y frente a los depredadores, entre otras.
Hojas variegadas
El color verde de la hoja normal del acebo se debe a la distribución uniforme de la clorofila, el pigmento fotosintético dominante. En las hojas variegadas, este pigmento falta en algunas partes de la hoja o en toda ella. Aunque las espinas de las hojas defienden al acebo de los ramoneadores, esta deficiencia pigmentaria hace que las plantas variegadas casi nunca sobrevivan en el medio natural.
Hoja simple
Las hojas simples del roble o el arce contrastan con las hileras de foliolos propias de plantas como el nogal. La nerviación reticular apreciable en la figura es característica de las dicotiledóneas.
Agujas de pino
Las agujas o acículas del pino de Weymouth se agrupan en haces de cinco. Las agujas del pino son en realidad hojas muy modificadas que no caen en otoño, sino que permanecen mucho tiempo en el árbol. Tienen una capa externa gruesa, llamada cutícula, con un recubrimiento de cera que limita la pérdida de agua.
Hojas dimórficas
El eucalipto forma hojas de formas completamente dispares en un mismo tallo. Las hojas jóvenes son pequeñas, circulares y abrazan por completo la rama; en cambio, la maduras son largas y planas y crecen en el extremo de peciolos cortos.
Suculentas
La carne gruesa de las plantas suculentas, propias de marjales y zonas semidesérticas, se hincha con la humedad para acumular agua. Formaciones adaptativas, como el color claro y el revestimiento con cera, reducen la evaporación. Las hojas se arrugan cuando se consume el agua que contienen.
Hojas perennes
El rododendro es una planta de hoja perenne; esto significa que no pierde todas las hojas a la vez en cierto momento del año. Para soportar los efectos del viento, la lluvia, el sol y los insectos, las hojas del rododendro tienen la superficie recubierta por una gruesa capa de cera; el envés de algunas está revestido de una especie de fieltro que retiene el agua y repele a los insectos.
Hoja compuesta
Las hojas compuestas, aunque parecen grupos de varias hojas, brotan de una sola yema y los foliolos caen en otoño todos a la vez. La hoja ilustrada aquí, de aralia espinosa, es compuesta pinnada, con pares de foliolos iguales que brotan del nervio central. En las hojas compuestas palmadas, como la del castaño de Indias, los foliolos irradian de un punto común.
Hoja de monocotiledónea
Las hojas de las monocotiledóneas, como la de palmera ilustrada aquí, suelen tener nervios paralelos. En cambio, la nerviación de las dicotiledóneas es reticular. Las palmeras, propias de lugares ventosos y secos, tienen hojas fuertes que resisten la sequía.
domingo, 20 de abril de 2008
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